Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2018

Simbiosis

¿Qué tan difícil puede ser cambiar una construcción de vos mismo que fue construyéndose al transitar un camino? ¿Será reconocer la misma el primer paso para dejar de identificarte con la misma? ¿Será posible, tras tantos años, volver sobre tus pisadas y reconstruirte, partiendo de tu pasado y tu presente, en eso que querés ser en el futuro? ¿Qué tan realista es el hecho de aprender de tus errores, cuando nadie más que vos te los marca? ¿Son errores reales aquellos que sólo ves con tus ojos, o es tu mirada pesimita/optimista la que los crea? Hoy decido cambiar. Me propongo proponer. Deja de esperar y tomar la iniciativa. Abandonar la pasividad que me caracteriza y ser. Apostar todos los días por esa persona que admiraría ser. Dejar a un lado el desgano, el aburrimiento, la soledad, el desconsuelo. Y yo misma ser la que me active, me entretenga, me acompañe, y me cree todos los días. Poder o pudrir. 

Ouroboros

Dentro mío, unas manos pálidas estrujan mi esófago. No es una sensación nueva. Ya la he sentido. No la extrañaba. Miro a un lado, a otro, doy una vuelta, y no encuentro mi sombra. La luz que me ilumina es demasiado difusa. La soledad se hace más grande cuanto más la pienso. Recorre mis venas y se vuelve carne cuando no detengo mi mente. Acudo a la compañía de cuerpos ajenos, y me culpo por depender de otros, no quiero admitir que los necesito, y aunque la soledad se vuelva efímera, aparece ese malestar, que no me conforma. Y otra vez me castigo por no ser quien quiero, por no encontrarme estando conmigo, por depender. Y así como el ouroboros, yo misma me fagocito.