Sueños de una despedida

Soñé que aparecías en la casa de un momento a otro, muy débil y cansado. Como recién llegado de un largo viaje. Nosotros sabíamos que habías muerto, habíamos asistido a tu funeral. Sabíamos muy bien, y vos también, que habías estado bajo tierra un tiempo. Lo que no sabíamos era por qué habías perdido las manos, y en qué momento, quién y cómo te las volvieron a poner en su lugar. Cicatrices no había, el único indicio de eso era una leve hinchazón roja entre la palma y la muñeca. Yo estaba ansiosa y nerviosa porque me tenía que ir a una fiesta en Panamá con las dos chicas chinas que conocí allá, que me decían que me venían a buscar en Uber. Algo totalmente ilógico en la vida real, pero en el sueño era como un simple viaje de algunas horas. Yo andaba de acá para allá, en cámara rápida, buscando qué ponerme en todos los roperos de la casa. Vos estabas en otra sintonía. Me observabas pasar, sin poder seguirme el ritmo, ni siquiera con la mirada. Mamá me miraba preocupada, pero no me ...